martes, 17 de abril de 2012

Demasiado joven, dicen.

Una vez le dije que no se interpusiera en mí camino, una vez le dije que no llamara a la puerta, pero, seguía evangelista. Me preguntó por mí vida, yo le dije que alguna vez he amado, he mentido, he ignorado, he sufrido, he sido fiel, he estado feliz cómo también melancólico, he aplaudido al momento que nadie fue capas de hacerlo, he dicho no, he dicho sí, he abandonado a alguien así cómo lo han hecho conmigo, he llorado aún cuando es de día y también por las tardes, he reído cuando se supone no era una broma, he dicho hola y con pena he dicho adiós, he mencionado su nombre un millón de veces y aún me sigue sonando tan dulce cómo la primera vez, he viajado lejos de casa y algunas veces ni salgo de ella, he presenciado el nacer y es igual de impactante que la muerte, he aprendido, he olvidado, he perdonado, he sostenido una mano y he guiado a alguien, her herido los sentimientos de mis amigos y ellos destrozado los míos con un solo soplar, he escuchado música, he sido sordo, he visto grandes imágenes, he sido ciego, he leído la palabra más larga y he leído la más corta, he ido a cine, teatro y museo, pero, ninguno reflejó el sentimiento que me producen tus besos, he sido amargo, he sido dulce, he sido simpático y antipático con causa, he dicho la verdad, he comido en la palma de mí mano y en la vajilla más fina, he sentido mí corazón, he sentido el de alguien más y el ritmo de ese tambor me arrulla, he soñado cosas maravillosas, otras horrorosas y a veces ni sueño, he sido cómplice y víctima, me he bañado en la ducha, pero, lo disfruté más en la lluvia, he suspirado suave y tierno, también lo he hecho fuerte y brusco, he dicho "te quiero", "te extraño", pero aún desconozco el "te amo", he sido lo que quiera, lo que no y lo que falta, pero lo único que quiero hacer por ahora es seguir feliz; eso, nunca lo he sido.

lunes, 9 de abril de 2012

Lo sé

¿Sabes?, tengo el poder, sí, enserio; aunque tu no lo creas, lo tengo. Con él puedo hacer infinidad de cosas, puedo moldear las palabras, las imágenes, los sentimientos y hasta azucarar las amarguras. Tengo el poder, pero no me siento superior, sé que aún la vida se reserva sus grandes golpes, pero, tengo el poder de cambiar eso o por lo menos de hacerlos tan suaves cómo el algodón. Tengo el poder con tan sólo afirmar que lo tengo y me hace sentir más capas. Tengo el poder de repetirlo en un mismo párrafo, de volverlo un tanto molesto y que pierda su encanto con el estilo "chorizo", lo puedo gritar, expresar, sentir y vivir, tanto en mi cómo en cada persona que lo pudo admitir. Tengo el poder de saber el frío que te rodea y que no se me hace ajeno, que poco a poco te alejas de mí. Ya no siento tú poder, porque cómo yo, también lo puedes manipular a gusto, pero no puedes ver que me estoy enamorando, y puedo sentir tu indiferencia. Te lo dije antes, yo puedo.

martes, 3 de abril de 2012

La Vida

¿Qué puedo decir de ella?, es simplemente maravillosa por todas las cosas hermosas que nos regala, amigos, sorpresas y personas que tendremos el gusto de conocer, unos mucho más que otros; existe la posibilidad que entre uno de tantos se encuentre más que una amistad, y tal vez sea el amor de nuestras vidas. Pero también la vida nos regala amarguras, esos agrios momentos casuales y constantes, que cómo la felicidad, pueden cambiar totalmente dependiendo de la circunstancia; a veces el momento suele ser tan amargo que aún el día de hoy lo recordamos tan vivido y presente cómo el olor de la colonia que nos recuerda a esa persona que significo tanto y por varios motivos el viento se hizo cargo de ello y se lo llevo con las palabras. En la vida, también nos tropezamos con otra clase de personajes arrogantes, necios, descuidados e imprudentes y que por sus actos hacen florecer esa espina que en algún instante se nos planto en los recuerdos.

Soy una persona muy tímida y detesto admitir que fui labrado por mi pasado, pero gracias a él eh aprendido a ser mejor persona y entender todo mi entorno, cómo si tratase de plastilina, vivo en mi mundo y hace que todo sea menos difícil; no sé cuánto tiempo te tome, yo conozco el por qué, pero de algo sí estoy completamente seguro, te debo una disculpa; sí, por lo inconsciente que fui, lo descuidado que estuve en el momento y lo indiferente al no notar la tristeza en tu rostro, sin agregar ni una palabra más, te digo... ¿Me perdonas?