martes, 15 de mayo de 2012

Viejo, mi querido viejo…


“Es un buen tipo mi viejo, que ando solo y esperando, tiene la tristeza larga de tano venir andando. Yo lo miro desde lejos, pero, somos tan distintos, es que, creció con el siglo, con tranvía y vino tinto… viejo, mi querido viejo”.

Hola papá. Cuántas veces me has mencionado que envejeces, y en todas aquellas veces sólo me quedo ahí, mirando y a veces sonriendo sin saber que decir. Sí. Te haces viejo, lo he notado, es que ya no das para tanto palo, pero, sin embargo sabes como luchar a favor o en contra de toda santa premonición, sigues ahí. Guerrero has sido y aún lo sigues siendo, tú armadura ya veo estropeada, ¡Ay apá!, el tiempo hace sus jugadas, mírate, mírala, míranos. ¿Cuándo el tiempo nos tumbo de tus hombros?, no me di cuenta. Sangre, sudor y lágrimas te han salido caras, pero, supiste atesorarlas. Tus anécdotas relatan caminos espinosos, te considero mártir, por tus pies no siento lastima, aún escondes dolores, ¿ves que no miento?, Guerrero.

Ayer en tus manos me mirabas al cargarme, hoy frente a ti me apoyo para recibir tus consejos. Verás que buena muleta estás forjando.

Mira el tiempo como un gran amigo que hoy por hoy, también se ha vuelto el mío. Eres de valor y valores exóticos, con tu fuerza de voluntad, mueves montañas sin necesidad del grano. Eres mí héroe de marvel, grandioso y poderoso; eres mí museo invaluable, no hay más de uno como vos, eres mí libro favorito, el primero que leí de pequeño y que aún conserva todas sus páginas.

No tengo pensado esperar el día en que te tengas que marchar, sé que ya lo sabes, pero, prefiero afirmarlo. Te quiero, no por decir, te quiero en verdad, nunca te lo he dicho, agradezco por lo mucho que me has brindado y que sin pedir me sigues enseñando. Lastima que tuvieron que pasar los años en un apagón… Gracias, te debo una vida.
“Yo soy tu sangre, mi viejo, soy tu silencio y tu tiempo.”

miércoles, 9 de mayo de 2012

Hasta en lo imaginario y difícil. Me gusta amarte


Tú, solamente tú sabes como decirme cosas tan tiernas, pero, eres tú también el que hace sentirme de las maneras más incomodas. Dime con tu mirada que sientes por mi, de tu boca he escuchado suficientes palabras y tus mentiras ya las dejaste plasmadas en mi orgullo. Aún te amo, claro, siempre intento ser divertido y evitar pasar un mal rato cuando la paso bien creyendo que no ha pasado nada... Aprende a mentir y tal vez aprenderé a ignorar.

jueves, 3 de mayo de 2012

Para mamá

Hola, soy yo de nuevo, no te preocupes, no vengo a importunar tú tranquilidad. Simplemente estaba de paso y no pude evitar ignorar la tristeza que hoy reflejas en tú rostro, se me hace injusto, pues, una madre tan maravillosa, bella y grande como lo eres para mi, te encuentres de esta manera. No es necesario que digas algo, me has enseñado a reconocer tus sentimientos ahorrándonos tantas palabras, tus cariños se volvieron un tesoro y las caricias que no nos hemos regalado el tiempo ya no dará la oportunidad de saldar las cuentas. Hoy te pido seas feliz, se feliz por ti, se feliz de lo poco y mucho que tienes, se feliz por quien tantos años ha sido tu fiel, intimo y viejo amigo, hoy te pido me regales una sonrisa y nos las aprisiones, no es justo que te las guardes todas, hoy te pido que pases uno de los mejores días y no lo dejes de hacer de ahora en adelante, te debo las gracias por ser la persona que me enseñó que una madre es única e irreemplazable.

Feliz día... ¡Mamá!

miércoles, 2 de mayo de 2012

Hecho pedazos

Es grande; es grande y sigue creciendo, se alimenta de la inseguridad, la pena, la soledad de mis miedos. Lo considero un monstruo con el cual no soy capaz de enfrentar. Mis sentimientos están dolidos, mis pensamientos  colisionan creando mucha congestión, ruido y confusión, las lagrimas las retengo, casi que por obligación. Ya en ella no confío, él me dijo demasiado, no soy feliz ahora, pago por su error la desdicha de arrastrarme entre vidrios rotos y espinas pútridas, no concilio el sueño, me siento despierto viviendo en pesadillas ajenas y una realidad que no era mía. Hoy incapaz de perdonar, hoy, incapaz de olvidar, siento el frío y aunque con mí grueso abrigo no lo logro evadir. Miedo, es el que se asentó en mí carne y no soporto su desagradable olor, y mejor ni hablo del corazón, lo tengo hecho pedazos.